ESPAÑA Y SU ASUNTO PENDIENTE: GIBRALTAR

Corría el año 1704 cuando una gran flota inglesa desembarcó en las costas de Gibraltar. Lo hacían en nombre del archiduque Carlos de Austria, que en aquel entonces pretendía el trono de España. Pero los hijos de la Gran Bretaña terminaron quedándose el Peñón en propiedad.

En 1700, Carlos II el Hechizado, el último rey Habsburgo de España, fallece sin descendencia. A su muerte, estalló una guerra en España con dimensiones europeas. Una contienda entre dos dinastías que aspiraban al vacante trono español.

Por un lado, los Habsburgo buscaban mantenerse en el poder representados por el archiduque Carlos y apoyados por Inglaterra, Holanda y Austria. Por el otro, los Borbones, familia reinante en Francia, buscaban entrar en España mediante Felipe de Anjou, nieto del rey galo Luis XIV.

A esta guerra se la conoce como Guerra de Sucesión española y en ella España perdió Gibraltar. Este conflicto debe entenderse como una guerra civil en la que cada potencia europea apoyó a un pretendiente en función de sus intereses.

De modo que los ingleses, al tomar Gibraltar, lo hicieron en nombre del archiduque Carlos, a quien querían como rey en España. Pero el bando austracista perdió, e Inglaterra, en lugar de devolver el territorio a la monarquía española, decidió quedárselo ilegítimamente, siendo ratificado legalmente este hecho por el Tratado de Utrecht.

Pero el Tratado de Utrecht, que concedía a Inglaterra la soberanía sobre el Peñón, afirmaba que, en caso de que Inglaterra renunciase en algún momento a la soberanía sobre Gibraltar, éste volvería a manos españolas. Puntos del tratado que llevan vulnerándose desde hace décadas, ya que Gibraltar posee constitución propia desde 1969, conforme al proceso de descolonización de la ONU.
Además, en su momento, España cedió al Reino Unido el castillo y el puerto gibraltareños, no los nuevos territorios con los que Gibraltar ha aumentado su tamaño mediante ampliaciones de terreno.

¿Debería Gibraltar regresar a manos españolas? Es un asunto que dura ya más de 300 años; es el asunto pendiente de España.