PORTUGAL: LA OTRA HISPANIA

España toma su nombre de Hispania, el nombre con el que los romanos designaron a la Península ibérica. Sin embargo, también formaba parte de Hispania un territorio peninsular que hoy es un país independiente: Portugal.

Los romanos, en su conquista de lo que llamaban Hispania, tuvieron que vencer a los pueblos autóctonos de la Península, conocidos como prerromanos. Los pobladores que habitaban la mayor parte de lo que hoy es Portugal eran los lusitanos.

Este pueblo celtíbero se rebeló contra Roma en dos ocasiones, en 155 a. C. y 146 a. C, siendo derrotado en ambas.
El caudillo lusitano más conocido que hizo frente a la expansión romana en la península fue Viriato, jefe de guerrillas que terminó asesinado por tres compañeros.

Para el año 197 a. C. , Hispania se divide en dos provincias, la Hispania Citerior y Ulterior. Éstas se fueron expandiendo a medida que los romanos penetraban en la Península y conquistaban territorio.

En 27 a. C. el emperador Augusto divide Hispania en 5 provincias, quedando la mayoría del territorio actual portugués, a excepción del norte, incluido en la Lusitania.

Tras la caída de Roma, los pueblos que más presencia tuvieron en Portugal fueron los visigodos y los suevos.

La totalidad de Portugal pasó a formar parte del reino visigodo cuando el rey godo Leovigildo, en 585, conquistó el reino suevo, asentado en el noroeste de la península.

En 711, el reino visigodo es invadido por los musulmanes, cuya expansión por la península ibérica es rapidísima: en apenas 10 años han ocupado casi toda la península, a excepción de pequeños reductos en el norte.

Tras la batalla de Covadonga en 722, en la que los musulmanes son derrotados en Asturias por las huestes del caudillo Pelayo, nace el reino de Asturias, que se irá expandiendo hacia el este, el oeste, y finalmente el sur, ganando territorio a los mahometanos.

En el siglo X, la capital del reino astur pasa de Oviedo a León, convirtiéndose en el Reino de León. A finales del siglo XI, Alfonso VI de León entregó a su yerno Enrique de Borgoña el Condado Portucalense. Este condado, que pertenecía al Reino de León pero gozaba de gran autonomía, supondría un siglo más tarde el nacimiento de Portugal. 

A Enrique de Borgoña le sucedió su hijo Afonso Henriques, quien, tras años de lucha contra su madre y contra el rey de León Alfonso VII, proclama la independencia del condado portugués en 1139 tras vencer en la Batalla de Ourique.


Alfonso Henriques se proclama rey de Portugal como Alfonso I. En 1143, el rey de León reconoce, por el Tratado de Zamora, la Independencia de Portugal , que se constituye en reino independiente. Aquí, podemos decir que nace lo que después será la Portugal moderna.

Un hecho que podría haber cambiado la historia de España y Portugal fue la guerra de Sucesión castellana. Tras la muerte del rey de Castilla Enrique IV, se desató en Castilla una guerra civil por la Sucesión al trono castellano, entre los partidarios de Juana, hija del monarca, e Isabel, hermana del difunto rey.

Juana, conocida como la Beltraneja, fue apoyada por Portugal, pues su marido era el rey luso Alfonso V, e Isabel era apoyada por Aragón, pues su marido era Fernando II, más tarde conocido como el Católico.

Ganaron los isabelinos, de modo que Isabel se convirtió en reina de Castilla. Al estar casada con el rey de Aragón, estos reinos terminarían unificándose bajo un mismo monarca.

Si en lugar de ganar Isabel, con el apoyo aragonés, hubiesen ganado Juana y su marido el rey portugués Alfonso V, probablemente hoy Portugal sería parte del estado español, y Aragón independiente.

Pero eso nunca lo sabremos.



En el siglo XVI, Portugal forma un imperio en América, pero para 1580 pierde su soberanía.

Y es que ese año el rey Sebastián I muere sin descendencia. Este vacío de poder es aprovechado por el rey de España Felipe II para proclamarse rey de Portugal, amparándose en sus derechos a la sucesión a la corona portuguesa. Portugal se separará de la Corona Española tras las revueltas de 1640, permaneciendo independiente hasta nuestros días.


Sin embargo, en los siglos posteriores hubo algunos intentos por parte de España de conquistar Portugal.
Uno de esos intentos fue en 1762, en el contexto de la Guerra de los 7 años, en el que España trató de invadir Portugal tres veces, con el apoyo de Francia, sin éxito.

Otra invasión tuvo lugar en 1801, en la llamada guerra de las naranjas.
El ministro español Manuel Godoy mandó un ejército a ocupar más de una docena de poblaciones portuguesas, tras negarse Portugal a vetar a Inglaterra, enemiga de Napoleón, con el que España estaba aliado.

Tras el Tratado de Badajoz, España devolvió a Portugal las poblaciones conquistadas, a excepción de Olivenza, que hoy sigue siendo española y pertenece a Extremadura. Estos fueron las últimos cambios y ajustes fronterizos entre España y Portugal, que se mantienen nuestros días.


En resumen, Portugal es hoy independiente porque, tras la Reconquista, no se integra en el estado moderno que crean los Reyes Católicos y forma su propio imperio.

Aunque en 1580 pasa a manos españolas de nuevo, se independiza en 1640 y no formará parte de la constitución de España como nación política en el siglo XIX.

Pese a ello, Portugal comparte amplios lazos con España, siendo común nuestra historia en muchos aspectos. Hay quien dice que, politicamente, una unión de pueblos ibéricos como los nuestros podría ser beneficiosa.
Pero eso ya no es objeto de este artículo. 

Gracias y obrigado.

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