BLAS DE LEZO, EL TERROR DE LOS INGLESES

En el año 1700, Carlos II de España muere sin descendencia. Es el último monarca de la dinastía Habsburgo, y su fallecimiento provoca un conflicto sucesorio entre dos grandes familias reales europeas: los Austrias y los Borbones. El testamento de Carlos II deja como heredero legítimo a Felipe de Anjou, Borbón y sobrino de Luis XIV de Francia. Sin embargo, los Habsburgo no reconocieron el testamento, dando inicio a un conflicto conocido como Guerra de Sucesión Española (1700-1715).


En esta guerra comienza su actividad un joven cuyo nombre se encuentra en las páginas más gloriosas de nuestra historia: Blas de Lezo y Olavarrieta.

Había nacido en 1689 en Pasajes de San Pedro (Guipúzcoa), en el seno de una familia numerosa y de tradición marinera. En 1701, le enviaron a formarse como guardiamarina en la Marina Francesa, a las órdenes del conde de Toulouse.

Como dijimos, en 1700 comienza la Guerra de Sucesión, un conflicto dinástico y español, pero también europeo. A Felipe de Borbón le apoyaba Francia, donde reinaba su tío Luis XIV. Carlos de Habsburgo, por su parte, estaba apoyado por Inglaterra, Austria y las Provincias Unidas.
La absorción de la armada española por parte de la francesa hizo que Lezo combatiese en la guerra en la Armada Francesa, al servicio de Felipe V de Borbón. En 1704, participa en la batalla naval de Vélez-Málaga, en la que pierde la pierna izquierda.
Durante la Guerra de Sucesión, el ascenso de Blas de Lezo en la Marina es muy rápido. Su heroicidad y su participación en misiones y batallas de relevancia hacen que con 21 años sea elevado a capitán de fragata.

En 1707, durante la defensa del fuerte de Santa Catalina de Tolón, pierde la visión del ojo izquierdo a consecuencia de una herida. En 1712, pasa al servicio de la Armada Española y es ascendido a capitán de navío al mando del Campanela.
En enero de 1714, es ascendido a capitán de mar y guerra, y participa en la toma de Barcelona, ciudad leal a los Habsburgo, perdiendo el uso del brazo derecho. A los 24 años, Blas de Lezo es manco, cojo y tuerto.

Su papel en la toma de Barcelona ha convertido a Blas de Lezo en enemigo del separatismo catalán, que presenta la Guerra de Sucesión como un conflicto nacional entre catalanes y españoles, y a Lezo como partícipe en el supuesto sometimiento de Cataluña a la Monarquía Española.
Tras la Guerra de Sucesión, Blas de Lezo desarrolló una brillante carrera como marino en el Mediterráneo, el Atlántico, el Pacífico y el Caribe, y son muchas sus hazañas y motivos para ser recordado como uno de los mayores estrategas de la historia de España.

Los ingleses terminarían tragándose su soberbia, pero lo cierto es que la confianza británica en la victoria no era para menos: combatirían con 29 navíos y 22 fragatas contra apenas 6 navíos de línea españoles.

Pero España contaba con un gran estratega como Blas de Lezo, que junto a Sebastián Eslava lideró la defensa de Cartagena de Indias. La derrota de la Royal Navy fue estrepitosa, y es considerada una de las mayores humillaciones navales de la Armada británica en su historia.
Tras la victoria española en Cartagena de Indias, los británicos se vieron obligados a poner fin a las hostilidades en la zona, lo que consolidó el poder de España en América del Sur, fortaleciendo el poder de su imperio durante aproximadamente 70 años más.

Pese a la victoria, las heridas provocadas durante el sitio hicieron que la salud de Blas de Lezo se debilitase, muriendo unos meses después como consecuencia de las infecciones.
Blas de Lezo fue el único de los principales protagonistas del asedio de Cartagena que no obtuvo recompensa alguna por sus acciones. Fue enterrado, según una misiva escrita por su hijo, en el convento de Santo Domingo de Cartagena de Indias.

En la actualidad, Blas de Lezo es considerado un héroe en Cartagena de Indias. Allí tiene una estatua frente al castillo de San Felipe. En España posee dos estatuas, una en Cádiz y otra en Madrid, y un busto en San Sebastián.
El nombre de Blas de Lezo es uno de esos que, como españoles e hispanoamericanos, debemos reivindicar. Uno de esos nombres que escribieron las páginas más gloriosas de nuestra historia común dando su vida por España.

En 1737, se le nombra comandante general de Cartagena de Indias, en la actual Colombia. Y es en esta plaza donde Blas de Lezo conseguiría una victoria por la que a día de hoy sigue siendo recordado.
En 1739, estalla la guerra del Asiento entre España y el Reino Unido, enemigos comerciales en América. En 1741, la Armada británica, liderada por el almirante inglés Edward Vernon, prepara un ataque sobre Cartagena de Indias.

Los británicos estaban tan convencidos de su aplastante victoria que antes de la batalla acuñaron monedas celebrando la victoria sobre España. En estas se podía leer: El orgullo de España humillado por el almirante Vernon.

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