CARA AL SOL, ORIGEN DEL HIMNO DE FALANGE
José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange, creyó oportuna la composición de un himno, y para ello, a finales de 1935, convocó a sus amigos literatos en un bar vasco de la calle Miguel Moya de Madrid, llamado Cueva del Orkompon.
Entre los citados se encontraban José María Alfaro, Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo, Agustín Aznar, Rafael Sánchez Mazas, Luis Aguilar y Mourlane Michelena, que junto a Primo de Rivera tratarían de escribir una letra acorde al espíritu falangista.La melodía en la que se insertaría la letra ya estaba elegida: una composición de Juan Tellería titulada Amanecer en Cegama. La voz la pondría el célebre tenor Miguel Fleta, adepto a las ideas joseantonianas
Pero aún faltaba la letra. Las directrices de José Antonio fueron las siguientes: «Debe ser una canción alegre, exenta de odio, pero a la vez de guerra y amor. Haremos una estrofa a la novia, después una alusión a la guardia eterna en las estrellas, y luego otra a la victoria y la paz»
Tras horas reunidos en el bar vasco de la calle Miguel Moya, José Antonio, Dionisio Ridruejo y los demás literatos falangistas culminaron su trabajo. La letra, de amor y de guerra, quedó de la siguiente manera:
Cara al sol con la camisa nueva
que tú bordaste en rojo ayer,
me hallará la muerte si me lleva
y no te vuelvo a ver.
Formaré junto a mis compañeros
que hacen guardia sobre los luceros,
impasible el ademán,
y están presentes en nuestro afán.
Si te dicen que caí,
me fui al puesto que tengo allí.
Volverán banderas victoriosas
al paso alegre de la paz
y traerán prendidas cinco rosas:
las flechas de mi haz.
Volverá a reír la primavera,
que por cielo, tierra y mar se espera.
Arriba escuadras a vencer
que en España empieza a amanecer.
El Cara al Sol sería presentado en el mitin del cine Europa de Madrid el 2 de febrero de 1936, año fatídico para Falange y para la propia España, que en julio vería estallar la guerra civil.
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