LA LEYENDA NEGRA, LA GRAN ENEMIGA DE ESPAÑA
Si bien autores como Blasco Ibáñez o Emilia Pardo Bazán emplearon antes el término, fue Julián Juderías quien difundió ampliamente el concepto Leyenda Negra para referirse a una campaña falsaria de desprestigio contra España orquestada por sus enemigos históricos. Juderías describe el concepto en «La Leyenda Negra», un libro publicado en 1914 en el que hace una apasionada defensa de la cultura, historia y obra de España tanto en Europa como en América.
Juderías afirma en su obra que España es víctima de una campaña de desprestigio orquestada por sus enemigos históricos, quienes han falseado la historia española mediante hechos exagerados, mal interpretados o calumnias de la peor clase. Julián Juderías, historiador, periodista y sociólogo, refuta las mentiras propagandísticas de la Leyenda Negra acerca de la Conquista de América o la Inquisición Española, falsificaciones que a su juicio nacen de la necesidad de los enemigos de España de atacar a la entonces más poderosa potencia mundial.
Varios historiadores sostienen que la Leyenda Negra contra España tiene su origen en Italia, donde la influencia política de la Corona de Aragón en determinados territorios a partir del siglo XIII condujo a la hostilidad de los locales. El rechazo de la población local italiana hacia la Corona de Aragón mutó en hostilidad a todo lo español, sobre todo a partir del siglo XVI, momento en el que las unificadas coronas de Castilla y Aragón participaron en campañas militares en Italia de forma activa.
El Saqueo de Roma de 1527, en el que no solo participaron tropas españolas, o las guerras italianas en las que destacó el Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba generaron animadversión en la población local, que consideraba bárbaros e incultos a los españoles.
La Leyenda Negra no se limitó a ser un fenómeno exclusivamente italiano, sino que empezó a manifestarse también en otros países que mantenían enemistad con la Monarquía Española. A lo largo del siglo XVI proliferan en Europa los relatos calumniosos contra España.
Francia, que rivalizó con España por la hegemonía europea en los siglos XVI y XVII, caricaturizó a los españoles como fanáticos y opresores.
En Inglaterra, episodios como la Armada Invencible y las tensiones religiosas se utilizaron para alimentar la narrativa antiespañola.
En Alemania, la Leyenda Negra surge vinculada a la Guerra de los Treinta Años. La propaganda de los protestantes alemanes contra los Habsburgo españoles, que representaban el catolicismo y una amenaza a sus intereses, contribuyó a la imagen de España como un país oscurantista, déspota y opresor.
En los Países Bajos, que durante la Guerra de los 80 Años se rebelaron contra el dominio español, la Leyenda Negra adquiere una dimensión relevante como propaganda, utilizando el mando del Duque de Alba o el Saqueo de Amberes para presentar a España como la tiranía y la barbarie.
Los enemigos de España utilizaron a su conveniencia la obra de Bartolomé de las Casas y se valieron de los tratados de Antonio Pérez, exsecretario de Felipe II que, caído en desgracia, se dedicó a propagar vituperios contra el Rey de España.
En Hispanoamérica, Simón Bolívar y otros líderes secesionistas se valieron de la Leyenda Negra para articular su propaganda contra España, configurando una mentalidad antiespañola que a día de hoy pervive vinculada sobre todo a ciertas corrientes ideológicas como el indigenismo. La Ilustración fue abanderada del relato antiespañol, representando a España como un país sin literatura, arte o ciencias
Estados Unidos recurrió a la Leyenda Negra para legitimar su intervención en 1898 contra España en los territorios españoles de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
La campaña falsaria de desprestigio contra España creada por sus enemigos históricos sirvió a los intereses particulares de cada país. En nuestros días, el mayor peligro que la Leyenda Negra representa para España es que sea asumida por los propios españoles.
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