EL PALLETER, EL HÉROE DE PAIPORTA
Tras la entrada de las tropas napoleónicas en España como consecuencia del Tratado de Fontainebleau, varias zonas de España se sublevan contra la ocupación francesa. Madrid se alzó el 2 de mayo, y pronto le siguieron otras ciudades. En Valencia, el ambiente estaba tenso, y algunos párrocos invitaban en sus sermones a defender su tierra frente al invasor francés. Llegaban de Madrid correo y prensa, que el pueblo leía en voz alta reunido en la Placeta de les Panses. Por la ciudad se leían pasquines como este:
La valenciana arrogancia
Siempre ha tenido por punto
No olvidarse de Sagunto
Y acordarse de Numancia.
Franceses idos a Francia,
dexadnos en nuestra ley,
que en tocando a Dios y al Rey,
a nuestras casas y hogares,
todos somos militares,
y formamos una grey.
El día 23 de mayo de 1808, reunido el pueblo valenciano en la plaza mencionada, junto a la Iglesia de la Compañía, llegó la noticia de las abdicaciones de Bayona, por las cuales Carlos IV y Fernando VII renunciaban forzosamente al trono en favor de Napoleón Bonaparte.
Se callaron entonces todos los presentes, y pasados unos minutos de absoluto silencio, se oyó un grito que salía de entre la multitud reunida: ¡VIVA FERNANDO VII! Al grito le siguió un gran alboroto y entusiasmo, y los valencianos gritaban vivas a su rey por las calles de la ciudad.
Vociferando "Viva Fernando VII, muera Napoleón", los valencianos se acumularon en la puerta de la Casa de la Audiencia (hoy Palacio de la Generalitat Valenciana) para exigir a las autoridades declarar la guerra a los franceses. Sin embargo, éstas no parecían dispuestas.
La muchedumbre envió un representante, el franciscano padre Rico, que exigió que se reclutara a filas a los hombres de 16 a 40 años, se sacase la Real Señera y se declarase la guerra a los invasores en nombre del legítimo rey, Fernando VII.
Entonces aparece un huertano, conocido como el Palleter, que se desenrolla la faja encarnada que llevaba ceñida, la trocea quedándose para sí mismo el trozo más grande, y crea su bandera poniendo a un lado una estampa de la Virgen de los Desamparados y al otro de Fernando VII.
Vicente Doménech enarbola su bandera entre la aclamación general del pueblo, y grita ante la patriótica multitud: UN POBRE PALLETER LI DECLARA LA GUERRA Á NAPOLEÓN: VIVA FERNANDO VII, Y MUIGUEN ELS TRAÏDORS.
Tras la sublevación del pueblo valenciano, simbolizado en el Palleter, el Acuerdo declaró de facto la guerra a Napoleón ese 23 de mayo de 1808 y proclamó en bando rey de España e Indias a Fernando VII, así como el alistamiento.
Valencia resistió hasta el final, y acabó cayendo en 1811 en manos francesas. Un soldado francés dijo: No hay en el mundo villa fuerte, castillo sin fortaleza que haya defensa más activa y obstinada. Los valencianos se han defendido con honor y batido con una heroicidad sin par.
Según algunas fuentes, el Palleter murió a manos de los franceses durante la Guerra de la Independencia. El héroe Vicente Doménech, natural de Paiporta afincado en Patraix, pasó a la historia como el primer hombre que le declaró la guerra a los franceses por su patria y su rey.
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